sábado, 28 de noviembre de 2009

Instrucciones para ganar un 4XJONK

La semana Comunica de la PUCP llega a su fin con la Gymkana, después de una larga y exhaustiva semana de competencias deportivas entre las 5 especialidades (Artes Escénicas, Comunicación Audiovisual, Comunicación para el Desarrollo, Periodimo y Publicidad). Ésta se lleva a cabo el segundo sábado de noviembre, cada año. El juego final de dicha Gymkana es el 4XJONK, que se realiza al promediar a media noche.

El juego consiste en formar un equipo por cada especialidad, de 4 personas, 2 hombres y 2 mujeres, y sentarlos alrededor de una caja de cerveza sin helar. Las 5 especialidades compiten entre sí, y gana el equipo que logre terminar en el menor tiempo posible las 3 cervezas que cada participante debe tomar. Como es de imaginarse en un juego así, junto a la caja de cerveza también hay una batea para que los participantes puedan vomitar.

Mi primera Gymkana fue en el 2007 y vi cómo el juego acababa con la coordinación motora de los participantes, así que, por obvias razones, el 4XJONK se ganó mi respeto. En la Gymkana del 2008, después de unos "previos" con ron y vodka fui con algunos amigos al Shangrila, local donde se realizaría dicha Gymkana y una vez ahí, seguí tomando cervezas con ellos. Casi ebrio me comprometí a jugar el 4XJONK. "Chela gratis", pensé.

Había llegado el momento. Peke, Putiño, Klau y yo en círculo apunto de dar todo por la verde.

Tomamos lo más rápido posible, no pensamos, no miramos a ningún lado. Todo se resumía a pasar la cerveza lo más rápido posible y ganar.

Simplemente ganamos. Publicidad se alzaba como Bicampeón y se sintió bien ser parte de aquel logro.

En la Gymkana 09 decidí no tomar mucho y estar tranquilo para el juego. A diferencia del año anterior, influía el hecho de que ésta vez sabía que participaría. Previas de ron. Algunas cervezas, algunos red bull que me aceleraron y un mini entrenamiento con algunos amigos y por último, con el equipo.

Nuevamente, el momento había llegado, nuevamente, lo dimos todo por la verde, y como no podía ser de otra forma, ganamos. La verde se llevó las 12 cajas, y el Tricampeonato. Había terminado el juego en un estado mejor que el del año anterior, así que, confiado de eso, seguí tomando... Pude haber terminado peor.

Año tras año, nos sobran las ganas de jugar con la mentalidad "vamos a ganar y a la mierda".



Si hay algo que se debe tener en cuenta al momento de sentarse frente a esa caja de cerveza es lo siguiente:

  • Ropa cómoda que no ajuste.
  • Un par de cigarros si crees que te ayuda a pasar la chela (con encendedor).
  • Si tienes cabello largo, busca algo con qué amarrarlo o cubrirlo para que no te impida tomar con comodidad, y para evitar también vomitarlo, o que te lo vomiten.
  • Sin accesorios: no casacas, no canguros, no billeteras ni celulares. Solo necesitas tu polo verde y tu garganta.
  • No tomar sentado.
  • Golpear un poco la caja de cerveza antes de comenzar el juego para que toda la espuma de la cerveza salga de la botella y no te complique la borrachera.
  • Antes del juego, ve al baño y haz todo lo que tengas que hacer.
  • Si estás "empachado" incítate el vómito para tener el estómago listo para morir.
  • Deja un poco de espacio entre tu boca y la botella para que el aire salga.
  • Al momento de tomar no pienses en nada más que acabar toda la cerveza que te toca.
Sólo el tiempo dirá si se repetirá la hazaña para el 2010, la cual, se supone, sería mi última Gymkana.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Mis tatuajes

Hoy me di cuenta que a lo largo de mi vida he sufrido demasiados accidentes, y por ende, que he quedado con demasiadas cicatrices. Hace casi 20 años, cuando recién aprendía a caminar, fui a casa de una tía a pasar la tarde con mis primos y mi mamá. Salí a comprar con un primo mayor que yo, que intentó dejarme dar mis primeros pasos solo. Gran error. Cada 2 o 3 pasos caía sobre mis rodillas, y, al estar en short, obviamente terminé con las piernas ensangrentadas. Creo que fue la primera vez que vi a mi mamá entre alterada y molesta, pasando por una gran sensación de preocpuación por su "chinito".

Supongo que todos recordamos las viejas lustradoras que parecían escobas con bases redondas de aluminio, por lo que será más fácil describir lo que me pasó un par de años más tarde. Mientras la muchacha encargada de la limpieza lustraba, yo me subía sobre la base mientras el aparato empezaba a girar rápidamente enredándome entre los cables de la misma. Nadie puede salir invicto tanto tiempo. Un buen (o mal) día, dada la velocidad con que giraba, el cable se desconectó y el aparato dejó de funcionar bruscamente, por lo que caí sobre la superficie de aluminio. Nuevamente, mami también estaba ahí para castigarme por travieso.

A los 6 años, una tía cercana se iba a Venezuela, por lo que fui con mis papás y algunos primos a despedirla al aeropuerto. En un lugar tan grande, y a esa edad, no hay de otra que empezar a correr y jugar por doquier, sobre todo si estás con primos contemporáneos. Jugar "escondidas" no es necesariamente la mejor idea ahí. Conté sobre una inmensa viga de mayólica, voltee la mirada, miré por todos lados, avancé un poco, me detuve, vi a uno de mis primos correr hacia mi para salvarse, corrí de vuelta a la viga yo también para ampayarlo.

Blackout

Al abrir los ojos vi a un doctor cosiéndome la frente mientras sentía caer entre mis ojos un caliente chorro de sangre. Me asusté y giré la mirada rápidamente hacia la izquierda. Estaba mi mamá con cara de pocos amigos. Me asusté y giré la mirada rápidamente hacia el doctor.

En 2do de primaria, después de clases, aprovechábamos para jugar partido afuera del colegio. Una vez, mientras yo tenía la pelota, un compañero me "planchó" y de pronto me vi en el aire apunto de caer sobre mi lado derecho. Para que la caída no sea tan dolorosa, apoyé la mano. Auch! Entre lágrimas y quejidos me llevaron al Hospital.

Odiaba, y hasta ahora odio, el olor a hospital, el sentir los fríos pasillos y su abundante blanco que supongo finge darnos esperanza. Mientras el doctor miraba mi radiografía, lo óí decir "Señora, la fractura es grave, tenemos que enyesarlo". Estar enyesado es una de las peores cosas que nos pueden pasar. No podemos rascarnos, no podemos bañarnos cómodamente, no podemos coger el maldito tenedor, ni siquiera podemos hacer la seña del dedo medio. Son muchas limitaciones para un niño de 7 años. Desde ahí, prometí no volver a hacerme daño.


(...)


Un día antes de la clausura de fin de año del 2002, fui a buscar a Muela, para ir a cortarnos el cabello juntos. Me senté en su jardín a esperarlo. Salió y fuimos juntos. Me atendieron primero. Todo listo... espera... no, no encuentro el dinero: Maldita sea, se me cayó en el jardín mientras esperaba a Muela. Se me cayó la plata, pero se dónde, voy rápido, la recojo y vengo a pagarle. Le dejo empeñado a mi amigo, si quiere.

Quise cortar camino para no demorar. De pronto, un perro chuzco, jodidamente grande, apareció de la nada y se abalanzó sobre mi. Sus ladridos y la rapidez con la que todo pasó me hicieron entrar en shock. Yo estaba con un buzo plomo que terminó roto en la rodilla y teñido de rojo.

No podía quedarme ahí. Salí hasta la avenida y empecé a caminar cojeando, mientras la gente me miraba asombrada: Joven, ¿le han disparado? Sí señora, un perro tenía una 9mm en el hocico. Casi desvariando llegué al jardín. Vi la plata en el pasto y para mi mala suerte, el dolor era tan grande que no podía arrodillarme ni nada parecido. Me dejé caer y ya en el sueño recogí la plata, con los brazos me impulsé y regresé a pagar el rescate por Muela. Fui a casa de mi mejor amiga para que me cure. Auch, auch auch.... AUCH... AY MIERDA!!

2007: El alcohol ya había llegado a mi vida. Una noche, tomando cervezas en un parque, me doblé la mano contra una superficie de cemento. Esta vez solo me tuvieron que vendar por un par de semanas. Días después que me vendaran, me veía en otro parque tomando algunos tragos baratos. Una amiga me llamó para hacer un trabajo en grupo. Para no quedar mal decidí alejarme de mis ebrios amigos y contestar con la mano que me quedaba. Era las 2pm. pero veníamos tomando desde las 10, así que... pie doblado. Parecía un caído en guerra cojeando y vendado, abrazando una botella con la mano que aún podía usar.

2008: Estaba tomando unas cervezas con algunos amigos frente a la Universidad. La cerveza estaba muy helada, por lo que, al momento de coger una, se me resbaló y cayó al suelo. En el rebote, la botella aún se encontraba intacta, por lo que decidí cogerla antes de la segunda caída. Nuevamente, error, en el aire se partió en pedazos y... corte profundo en la mano izquierda entre el pulgar y el índice.

"Huevón, estás sangrando demasiado, te van a tener que coser"´. Entré rápidamente a la Universidad y me llevaron al Centro Médico. "Joven, vamos a tener que coser".

Mi último "tatuaje" me lo hice también en el 2008, en medio de trago barato. Caer sobre mi mano derecha en la pista no dolió mucho que digamos, no sentí el golpe, y la herida no parecía ser tan grave hasta que, días después, al no poder aguantar el dolor, fui a donde debía ir y... "Se te ha infectado y la piel que ves ahí es piel que tenemos que quitar para que cicatrice bien". "Doctor, ¿está seguro que...?"

Mi mano sangraba debido al fuerte raspado con una suerte de bisturí que buscaba quitar esa piel que se regeneraba sobre la piel que debía regenerar. Nunca entendí bien lo que pasaba, la sangre me ponía nervioso. "Ahora sí, tienes que venir todos los días para terminar de quitarla". Nunca más volví, no me agradaba la idea de ir diariamente para que me raspen la mano.

Prometí no volver nunca más a ese lugar... Hasta hace unos días. Un corte en el brazo izquierdo a la altura de la muñeca me hizo volver. Pese a lo que todos piensen, no soy emo, no me quise cortar, no fue a causa de suero por ingerir dosis letales de alcohol, pero igual gracias. Me corté al girar rápidamente el brazo en la coaster para no caerme pues el chofer arrancó rápidamente y yo estaba parado, y con una mano ocupada, así que, la que tenía libre, la eché en forma paralela al pasamanos y la fricción hizo que se cortara mi brazo. Curaciones dolorosas, parches insoportables, ardores eventuales y hasta una obligada y dolorosa vacuna contra el tétano fueron parte de mi semana.

Ahora sí, no pienso volver al Centro Médico... hasta nuevo aviso.

Oh sí, al parecer tengo una infección respiratoria, así que...

sábado, 7 de noviembre de 2009

Nada nos puede parar

"Pasan las horas, hablan de desamor, de algunas malas historias y de revolución. El dinero es ahora menos, Watdajel ya está cerrando, acábate la chela que recién va a comenzar. Brindando con fuerza para seguir: No, nada, no, NADA NOS PUEDE PARAR!! No tengo problemas si en mis amigos puedo confiar. En algún parque ya son más de las 6. He chupado antes en este lugar creo. Esconde el trago que ahí viene la ley, si intenta llevarse el ron no la va contar. Cada fin de semana la historia se repite, borrachos hasta que uno o dos vomiten. Buenos amigos he podido encontrar, en las buenas y en las malas, ebrios en el mundo real".


Tengo una extraña predilección por los días largos, por aquellos días en los que puedo ver venir a varios de mis amigos, estar con ellos un rato, y verlos partir sabiendo que véndrán más y que habré conversado con ellos, y que les habré contado (y que me habrán contado) todo lo que me pasó (y lo que les pasó) en el tiempo que llevamos sin vernos.

Viernes 17 de octubre de 2008.

Lucho esperaba la respuesta a la carta que definiría su estadía en la universidad. Hora del almuerzo: nerviosismo con un poco de tensión, ración doble para él. Nadie sabía lo que pasaría. Todos sabíamos lo que queríamos que pase,y de no ser así, todos sabíamos lo que pasaría: nos embriagaríamos a morir.

La hora había llegado. "Espérenme acá". Seguramente fueron los 10 minutos más largos de su vida. El tiempo pasaba y nuestros corazones latían rápidamente. No pude evitar asomarme y verlo salir de la oficina del "men". "Puuuta, sale con cara de webo".

Lucho salía prendiendo un cigarro y sonriéndonos. Todos saltamos a él para felicitarlo. Recuerdo muchos abrazos, saludos, manoseos, extremidades y mentadas de madre de por medio.


-"Saca la tijera".
-"¿Para qué?"
-"Vaos a cortarle el pelo al "cachimbo viejo".

Despues de salir conversando en medio de una alegría de chiquillos que ganan una pichanga en su barrio, decidimos comportarnos como jovenes de 20 años... e ir a celebrar con alcohol, MUCHO ALCOHOL!!


Oso, Mario, Luchito y yo fuimos a Tambos a tomar unas cervezas al promediar las 4pm. Nada te hace más feliz que ver a un borracho feliz. Nada como ver a un borracho secar un vaso con una sonrisa en la cara.



El tiempo pasaba, las botellas estaban vacías y nuestra motricidad aletargada, pero aún era muy pronto como para terminar la celebración. Sin darnos cuenta, la noche cayó sobre nosotros y nos vimos envueltos, en medio de la oscuridad, hablando, como siempre, de todo y de nada, de todos y de nadie.



Al mirar hacia la entrada de aquel recinto del alcohol en el cual nos hallábamos, vi a 2 viejos amigos de Letras, de hecho, de T: Kina y Carlangas. Se repartieron los saludos respectivos, se repartió la chela respectiva y de pronto la excusa respectiva: "Chino, mañana es tu cumple y no la hacemos ir, así que hoy invitamos". "Bien carajo", pensé. La única condición era que nos mudáramos al Hueco. "Muchachos, qué esperan, vámonos", dije.

Ya en el Hueco, al promediar las 9pm. estabamos asquerosamente ebrios. Cuando la ebridad parecía cobrar un nuevo significado, llegó al lugar Chupete, quien salía de clases dispuesto a gastar su dinero en la noble causa de dejarnos más ebrios.

¿No es divertido bromear con tus amigos? Sí, lo es. Sobre todo si todos están tan o más ebrios que tú. Eso hicimos, hacía mi, hacia ti, hacia todos y para todos.


¿Quién hablaba? Respuesta facil: La ebriedad. Sin las fotos que acompañan estas palabras, este post no sería nada por un simple motivo: PORQUE NADIE RECUERDA NADA!! Creo que formaríamos parte del grupo de la especulación: "Creo que ... no se si.."



En un punto llegué a ser espectador.. todos eran mis amigos... pero no todos eran amigos. Y poder ver a tus amigos hacerse amigos de tus amigos es gratificante: saber que gente totalmente diferente pueden ser amigos, no por ti como nexo, sino por ti como persona que es capaz de unir gente que tiene pocas cosas en común.

Eran las 12, ya era 18.

-"Feliz cumpleaños huevón".
-"Gracias. Oe, pásame la chela"


Despues de una larga jornada de más de 8 horas, la noche parecía llegar a su fin y la gente comenzaba a despedirse y a secar sus vasos mientras se paraban de la mesa. Era casi la 1am y me veía en el paradero solo... sólo por la noble (en verdad.. cojuda) misión de embarcar a todos antes de irme.

Recuerdo que vi llegar a Lucky.. otro viejo amigo de Letras.. que me vió "en la shit".. y me saludó por ser mi cumple, y me cuidó por ser mi amigo. "Gracias Lucky... Oe huevón.. me siento bien ebrio alucina".








Fade to black








-"Chino, Chino..."
(abro los ojos con todo el pesar del mundo).
-"Feliz cumpleaños"
(escenario: mi cuarto, yo tirado en mi cama, al frente de mi, mi sobrino de 4 años).
-Gracias Joaqui.. anda mira tv y ciérrame la puerta porfa!

domingo, 1 de noviembre de 2009

4

Mi cumpleaños fue el domingo 18 de octubre. Lo estuve celebrando desde mitad de semana y las celebraciones terminaron el lunes 19 cuando mi hígado parecía pedir vacaciones indefinidas. "Si mi hígado hablara, ya estaría mudo", pensé. Esta suerte de fiesta patronal se debió a que no todos pudieron ir a verme el día previsto, por lo que los días previos y/o posteriores fueron para ellos.

Ayer, 31 de octubre, fue cumpleaños de mi papá. Tres amigos de infancia a los cuales no veía desde hace casi dos meses, encontraron el momento oportuno para venir a saludarme por mi cumpleaños. De hecho, ¿quién no lo haría teniendo tanta comida y cerveza gratis cortesía de la celebración de mi querido viejo?

Dos de ellos -Muela y Betto- llegaron a las 9pm. Recuerdo que al abrirles la puerta, Muela me dijo "¿Oe, te saludo por tu cumple o ya por las huevas es?" Y yo, dirigiendome a Betto "Oe, te dije que no lo traigas". El tercero, Chicharra, llegó a las 10 con su "Oh fuckin yeah!!".

Hacía mucho tiempo que no tenía un momento así, los 4, en círculo, alejados de los "tíos", hablando de cada uno, del otro, de nosotros y de las cosas que nos han pasado, o de las que queremos que nos pasen. Se sintió bien recordar nuestra adolescencia, los plages en el cole, las veces que nos burlábamos de la chica que le gustaba al otro y sobre todo de las bromas que nos hacíamos entre nosotros... o a los demás.

Nunca me cansaré de contar esta anécdota: En 5to yo me sentaba con Muela y sabíamos que Cheo siempre llevaba pan con algo (queso, hotdog, pollo, etc). Con el pasar de los días nos dimos cuenta que lo comía 9:30 aprox., por lo que un día me adelanté a él y conversándole para distraerlo, saqué de su mochila el pan que compartiría con Muela. "Hoy toca pan con queso". Comí mi mitad y le di la otra mitad a Muela.

Al parecer, Cheo sospechó porque buscó en su mochila antes de lo planeado, obviamente, no había pan. Yo negué toda culpa. Muela recién comía su mitad, y para su mala suerte, Cheo se dirigía a él: "Oe huevón, ¿mi pan?". Muela, siempre tan astuto en sus respuestas para este tipo de cosas, respondió con un "No se, yo también he traído pan con queso".

Las rondas de cerveza hacian efecto y nuestró músico interior despertó y sin darme cuenta, ya tenía mi guitarra entre manos. Para no perturbar a los asistentes con nuestra "bulla" salimos a la calle. Chela en mano, cantaba los covers que Betto tocaba. Chicharra hacía segunda voz y Muela pues... aún seguimos tratando de averiguar su función en el grupo. Lo mejor llegó con las canciones que algún día escribí y que tiempo atrás toqué con ellos como banda. Ya nadie recordaba las notas ni la letra de Soledad o Utopía.



No importaba, eramos 4 amigos que, después de mucho tiempo, se juntaban a tomar unas cervezas, a cantar un par de canciones, a hablar de todo y de nada, pero sobre todo, eramos 4 amigos que estábamos, uno frente al otro, para recordarnos que la amistad siempre estará en nosotros, sobrios, ebrios, cerca, lejos, y que, indudablemente la sensación de encontrarse de nuevo es mejor que la sensación de decirnos "Ya nos vemos". EramoS 4, como siempre... y para siempre... E54.